Iemanjá
Iemanjá, es la Madre
de todos los Orixás. Es la Reina del mar (Rainha do Mar). Diosa de todos los Mares
y Océanos del mundo.
Cada 2 de febrero las
costas atlánticas de América del Sur y playas del mundo se llenan de fanáticos
y fieles de Iemanjá.
Es el día de la diosa
Iemanjá, la deidad que habita en el mar.
Todos los años, las
playas de Montevideo (Uruguay) y de la costa Argentina, son escenario de
rituales y regalos que los seguidores ofrecen a la Orixá.
Si bien las
circunstancias históricas la sincretizaron con la imagen de la Virgen María de
la religión Católica, Iemanjá tiene su origen en las ancestrales culturas
africanas.
El poder de los Orixás
Iemanjá es parte del
panteón de los Orixás, y al igual que la Afrodita del panteón griego, está
rodeada de leyendas y misterios. El dios supremo Olorun creó a cada una de los
Orixás, que representan y se clasifican en las diferentes fuerzas de la madre
naturaleza. Es así que se veneran a deidades del aire, la tierra, el fuego y el
agua, como la bien conocida Iemanjá.
Cada Orixá tiene una
personalidad, un comportamiento y una historia singular, que lo distingue del
resto del panteón, directamente relacionados con el elemento natural que
representa.
Según las creencias
del Candomblé, todos los hombres son hijos de algún Orixá: sus características
psicológicas y su aspecto físico están determinados por ello.
Si quieres saber de
qué Orixá eres hijo basta con observar tus características, pero para tener una
lectura oficial, es preciso hacer una tirada de buzios (caracoles). Esta
lectura solo la hace el Pae (pai) del grupo religioso.
Siguiendo con las
enseñanzas del Candomblé, cada persona tiene su ORIXA de cabeza, además la
influencia de dos deidades principales: el Orixá de frente y el Orixá de atrás.
Este par de Orixás protegerá siempre al que los venere, pero un individuo puede
además solicitar la protección de otras deidades, hasta completar el máximo de
siete. Si en los rituales de la playa ves a un Pae tocándose la frente o la
nuca, ello significa que está reverenciando a su Orixá de frente y de atrás
respectivamente.
Si queres saber cuál es tu ORIXA envia tu mensaje en la página de Facebook de Iemanjá www.facebook.com/Iemanja.Mae
Origen de los Orixás
Este panteón de
dioses nace en el pueblo de los yorubas en África, en la ciudad de Ile Ife. El
rey y fundador de la ciudad, Oduduwa y una larga línea de descendientes, que
hicieron actos notables en vida o se destacaron como guerreros, posteriormente
fueron deificados por el pueblo, para formar el panteón de los Orixás.
El reino Yoruba
conquistó pueblos y ciudades de la región, extendiendo el culto a otras partes
de África, y sumando nuevas deidades locales al panteón. La masiva llegada de
esclavos negros a Brasil, trajo esta nueva religión, su creencia en la
reencarnación, en las artes de adivinación y por supuesto su singular y extenso
panteón de dioses, que reunía deidades de varios pueblos africanos.
La religión yoruba no
permaneció con la misma lógica que tenía en África, sino que sufrió un
sincretismo con las creencias de la región, constituyendo una religión única de
Brasil, que con el tiempo también se extendería por el territorio uruguayo. A
la vez que se mantuvo la veneración hacia dioses ancestrales de origen
africano, nuevas deidades se sumaron al panteón.
En Brasil, estas
religiones afro-brasileras que veneran a los Orixás, cuentan con un escaso 2%
de seguidores en relación a la población total del país, que en su inmensa
mayoría profesa la fe Católica. Este 2% se concentra principalmente en el
estado de Bahía, y es por ello que a las uruguayas que profesan la religión y
visten anchas polleras blancas o de colores, reciben el nombre de bahianas.
Se estima que el
panteón de Orixás pasa el número de 400 deidades, si se suma el aporte de todas
las religiones afro-brasileras. Además, los nombres de las deidades varían de
una religión a otra, así que una lista exhaustiva de los Orixás sería una tarea
de años. Como ejemplo podemos citar a los principales dioses de la religión
Umbanda, que por otra parte es la más conocida en Uruguay. Estos son Oxalá,
Exu, Ogum, Oxossi, Omulu, Xangô, y por supuesto, la deidad femenina Iemanja.
Mito y culto de Iemanjá
Iemanjá procreó a
todos los dioses Orixás, es la madre de todos y comparte con Oxum el poder de
procrear. La reina del mar también tiene los poderes de la gestación, la
fertilidad y une a las familias. Según la mitología, Iemanjá era la esposa del
rey Olofi, soberano de la ciudad de Ife, y juntos procrearon diez hijos. Iemanjá
extrañaba su pueblo y estaba a disgusto viviendo en Ife. Decidió escapar de su
esposo, pero éste mandó todo un ejército tras ella. El ejército no tardó en
alcanzarla y rodearla.
Años atrás su padre
le había obsequiado un frasco, que debía romper si se presentaba alguna situación
de emergencia. Iemanjá rompió el frasco en el suelo, y fue entonces cuando se
formó un río que le permitió escapar de los hombres de su esposo, y llevarla de
regreso a su casa paterna en el océano.
La iconografía más
tradicional de la diosa es una mujer negra, esbelta y de curvas pronunciadas.
En sus variantes aparece amamantando a un niño, portando un espejo y con una
corona, o como una sirena. Luego del sincretismo con el catolicismo, esta
representación se vio desplazada por la imagen de una mujer blanca de pelo
negro y largo, con perlas en sus manos y usando un vestido celeste.
Por ser la reina del
mar, el catolicismo la sincretizó con la advocación Stella Maris de la Virgen
María, también conocida como Nuestra Señora de los Navegantes. A sus poderes
sobre la familia, el amor y la fertilidad, hay que agregar su rol de protectora
de los barcos y de los pescadores.
A esta deidad le
gustan los claveles blancos y se la asocia con el color celeste. Las ofrendas
que recibe el mar cada dos de febrero, además de claveles y velas celestes,
incluyen comidas, perfumes, bisutería y frutas, en especial sandías cortadas
con forma de flor, con maíz blanco y perejil.
Iemanja en
Montevideo, Uruguay
En Montevideo los
fieles se acercan al mar para dejar sus ofrendas durante todo el día, pero la
mayor concentración de gente se da cuando cae el sol. En este día especial, los
guardavidas de las playas montevideanas trabajan hasta las doce de la noche.
Muchas veces los fieles se adentran muchos metros para hacer sus ofrendas, y a
esto se suma el riesgo que supone el agitado mar, la lluvia y la tormenta que
religiosamente llega cada dos de febrero.
En la playa de Buceo
los curiosos y simpatizantes pueden ver y participar de los rituales
umbandistas. Se pueden comprar claveles blancos, velas celestes, barcos de
espuma, coronas, y otros regalos para arrojar al mar y hacer peticiones a la
diosa. Sobre la calle hay puestos de feria donde destaca el color celeste y el
blanco, y tampoco faltan los puestos de torta fritas y los vendedores
ambulantes que recorren la playa.
La Mae (mai) y el Pae
(pai) de cada agrupación se distinguen por los colores fuertes de su vestimenta
y por ser los que lideran el ritual. Canciones, tambores, iniciaciones, velas,
ofrendas, reverencias y otras tradiciones tienen lugar en la playa de Buceo, y
el público en general es bienvenido a presenciarlos.
Odoiá Iemanjá.
OMIO Iemanjá.
AXE